Estados Unidos atacó otra embarcación presuntamente vinculada al narcotráfico, esta vez en el océano Pacífico, frente a América del Sur, informaron medios estadounidenses. Este sería el octavo ataque militar desde septiembre, elevando las tensiones por la falta de pruebas y de respaldo legal, según declaraciones de legisladores.
De acuerdo con CBS News, el más reciente ataque ocurrió este martes por la noche, y fue dirigido contra un barco supuestamente involucrado en el tráfico de drogas en aguas del Pacífico Sur. Este sería el primer operativo fuera del mar Caribe, donde se han desarrollado los otros siete ataques desde el pasado 2 de septiembre.
El reporte indica que murieron entre dos y tres personas a bordo de la embarcación. Aún no se han presentado pruebas que confirmen la participación del barco en actividades ilícitas.
Aunque el Departamento de Defensa y otras agencias estadounidenses no han ofrecido detalles públicos, dos funcionarios citados por CBS revelaron que las acciones forman parte de una campaña contra el narcotráfico transnacional, presuntamente con el objetivo de frenar el ingreso de fentanilo y cocaína a territorio estadounidense.
Sin embargo, la falta de pruebas y la poca transparencia en la justificación de los ataques han generado preocupación dentro del Congreso.
El senador demócrata Mark Kelly, de Arizona, expresó su inquietud por las operaciones durante una entrevista en el programa Face the Nation de CBS News.
Kelly destacó que aunque se busca frenar el tráfico de fentanilo, las rutas marítimas en el Caribe se usan principalmente para enviar cocaína a Europa, no a Estados Unidos. También cuestionó la base legal de los ataques:
A los funcionarios les costó mucho explicarnos la justificación legal y constitucional de estas acciones militares, declaró.
Una de las revelaciones más inquietantes es la existencia de una lista secreta de más de 20 organizaciones criminales, entre ellas cárteles del narcotráfico. Kelly indicó que, aunque la administración informó sobre la lista al Congreso, no ha compartido sus detalles con los legisladores.
Este hecho ha levantado dudas sobre la legalidad de los ataques estadounidenses contra presuntos narcos en aguas internacionales, y la falta de supervisión democrática en operaciones militares que han resultado en muertes.