La tragedia ocurrida el pasado 10 de septiembre en Iztapalapa, una de las alcaldías más pobladas de la Ciudad de México, ha cobrado una nueva víctima. De acuerdo con el más reciente informe de la Secretaría de Salud capitalina, el número de personas fallecidas por la explosión de una pipa de gas LP subió a 21 muertos la mañana de este jueves.
Entre los fallecidos se encontraba el conductor del vehículo, quien estuvo hospitalizado durante varios días antes de perder la vida a causa de las quemaduras sufridas en el incidente.
La explosión ocurrió en el Puente de la Concordia, un importante distribuidor vial ubicado en los límites entre la CDMX y el Estado de México. Una pipa que transportaba 49,500 litros de gas LP se volcó, presuntamente debido al exceso de velocidad, provocando una fuga de combustible que culminó en una fuerte explosión.
El fuego alcanzó al menos 30 vehículos particulares, generando escenas de caos, evacuaciones de emergencia y una intensa movilización de cuerpos de rescate.
Entre las víctimas mortales se encuentran:
Alicia Matías Teodoro, quien sufrió graves quemaduras al proteger a su nieta de las llamas.
Misael Cano Rodríguez, trabajador de imagen urbana de la Alcaldía Iztapalapa.
Ana Daniela Barragán Ramírez, estudiante de la FES Cuautitlán de la UNAM.
Fernando Soto Munguía, conductor de la pipa.
Actualmente, 27 personas permanecen hospitalizadas en distintos centros médicos, mientras que otras 36 ya fueron dadas de alta, según el último parte médico oficial.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ha iniciado una carpeta de investigación por homicidio culposo, lesiones culposas y daño a la propiedad, y no se descarta el posible deslinde de responsabilidades tanto al conductor como a la empresa transportista.
La empresa Transportadora Silza, dueña del vehículo siniestrado, declaró que asumirá la responsabilidad por los daños causados, mientras que el Gobierno de la CDMX ha ofrecido apoyo económico, psicológico y médico a las familias afectadas.
Este trágico incidente ha reavivado el debate sobre la seguridad en el transporte de gas LP en zonas urbanas, especialmente en zonas densamente pobladas como Iztapalapa. La explosión dejó al descubierto la vulnerabilidad de los protocolos de seguridad y ha generado preocupación en la ciudadanía sobre los riesgos latentes.
La explosión de la pipa de gas en Iztapalapa representa una de las tragedias más graves ocurridas recientemente en la CDMX, no solo por el número de víctimas mortales, sino por las implicaciones que tiene sobre la seguridad del transporte de materiales peligrosos. Las investigaciones siguen en curso, y la sociedad exige justicia y medidas concretas para evitar que algo similar vuelva a ocurrir.